
Mi experiencia estética es sobre un concierto que asistí el febrero pasado en un teatro de Columbia University en Nueva York. La pieza que más me impresionó fue Música para 18 Músicos, compuesto por Steve Reich entre 1974 y 1976. Steve Reich, y esta pieza, son muy representativos de un estilo de música que se llama “minimalismo.”
El término “minimalismo” viene del mundo de arte, especialmente arte norteamericano de los años 60 y 70. Era un término popular en el mundo de músico de los 70, pero hoy en día algunos compositores no le gustan usarlo – quizás porque tiene algunos connotaciones restringidos. Sin embargo, música minimalista frecuentemente está caracterizada por teniendo estas características: repetición, un pulso regular, más armónico que melódico, y un efecto hipnótico.
La pieza Música para 18 Músicos es quizás la pieza más famosa de Reich. Requiere
al menos 18 músicos, y la instrumentación es lo siguiente: 2 clarinetes bajos, violín, violonchelo, 4 voces femeninos, 4 pianos, 3 marimbas, 2 xilófonos, 1 vibráfono, y maracas (debo decir que todos no tocan al mismo momento). Tiene 14 movimientos, basado en un ciclo de once acordes. Cada acorde tiene un movimiento, y algunos tienen más que uno. También la pieza empieza y termina con un movimiento en que se toca todos los acordes. Esta pieza está destacada por el contraste entre el ritmo regular de los pianos y percusión contra la respiración humana de las voces y los clarinetes. Además el pulso cambia entre los instrumentos, y el vibráfono marca los cambios entre movimientos y adentro de los movimientos.
En el movimiento a que escuchamos en clase (Section I), se puede oír muchas cosas, incluyendo la entrada de la marimba, el clarinete bajo, el vibráfono, y las voces; también se puede notar el auge y la caída de los varios instrumentos, el ritmo constante del piano/marimba, y los ritmos compuestos formados por la mezcla de compases.
El concierto me impresionó musicalmente y emocionalmente. Me fascinó el hecho de que era casi imposible a veces distinguir entre los diferentes instrumentos. Aún cuando estaba mirando los músicos estaba muy difícil separar sus partes de la mezcla. Cada instrumento o cantante tenía su parte individual, pero todos combinaron, formando algo nuevo y bello. Además, era obvio que los músicos estaban muy conectado entre ellos, siguiendo los señales del clarinete y el vibráfono y nunca perdiendo el ritmo.
Me interesó mirar los músicos tocando la marimba, el xilófono y el vibráfono porque toco estos mismos instrumentos. En un punto en la pieza, sentía una conexión muy fuerte con dos hombres tocando la marimba. Ellos tenían un parte muy repetitivo y algo sobre su aspecto y manera de tocar me dio la impresión de que estaban agotados. Yo, por mi parte, sentía casi enferma solamente mirándolos, porque podía imaginar, de experiencia, exactamente que estaban sintiendo.
Casi nunca he escuchado o mirado un concierto tan atentamente. Creo que interioricé la música completamente. Después del concierto, cuando he bajado a la estación del metro, un tren estaba pasando lentamente. Increíblemente, el ruido del tren sonó casi exactamente como unos de los partes del clarinete bajo. No era mi imaginación; toda mi familia lo oyó. Era una experiencia estética en su mismo, el fin perfecto a una noche de música maravillosa.
Aquí esta el enlace a la página web de Steve Reich (es muy bueno y incluye ejemplos de su música)
http://www.stevereich.com/
y, más divertido, un trailer para el estreno de un nuevo grabación de Música para 18 Músicos, en que se puede ver estudiantes practicando y tocando la pieza.
http://es.youtube.com/watch?v=CHVMVDhC-UA
El término “minimalismo” viene del mundo de arte, especialmente arte norteamericano de los años 60 y 70. Era un término popular en el mundo de músico de los 70, pero hoy en día algunos compositores no le gustan usarlo – quizás porque tiene algunos connotaciones restringidos. Sin embargo, música minimalista frecuentemente está caracterizada por teniendo estas características: repetición, un pulso regular, más armónico que melódico, y un efecto hipnótico.
La pieza Música para 18 Músicos es quizás la pieza más famosa de Reich. Requiere
al menos 18 músicos, y la instrumentación es lo siguiente: 2 clarinetes bajos, violín, violonchelo, 4 voces femeninos, 4 pianos, 3 marimbas, 2 xilófonos, 1 vibráfono, y maracas (debo decir que todos no tocan al mismo momento). Tiene 14 movimientos, basado en un ciclo de once acordes. Cada acorde tiene un movimiento, y algunos tienen más que uno. También la pieza empieza y termina con un movimiento en que se toca todos los acordes. Esta pieza está destacada por el contraste entre el ritmo regular de los pianos y percusión contra la respiración humana de las voces y los clarinetes. Además el pulso cambia entre los instrumentos, y el vibráfono marca los cambios entre movimientos y adentro de los movimientos.
En el movimiento a que escuchamos en clase (Section I), se puede oír muchas cosas, incluyendo la entrada de la marimba, el clarinete bajo, el vibráfono, y las voces; también se puede notar el auge y la caída de los varios instrumentos, el ritmo constante del piano/marimba, y los ritmos compuestos formados por la mezcla de compases.
El concierto me impresionó musicalmente y emocionalmente. Me fascinó el hecho de que era casi imposible a veces distinguir entre los diferentes instrumentos. Aún cuando estaba mirando los músicos estaba muy difícil separar sus partes de la mezcla. Cada instrumento o cantante tenía su parte individual, pero todos combinaron, formando algo nuevo y bello. Además, era obvio que los músicos estaban muy conectado entre ellos, siguiendo los señales del clarinete y el vibráfono y nunca perdiendo el ritmo.
Me interesó mirar los músicos tocando la marimba, el xilófono y el vibráfono porque toco estos mismos instrumentos. En un punto en la pieza, sentía una conexión muy fuerte con dos hombres tocando la marimba. Ellos tenían un parte muy repetitivo y algo sobre su aspecto y manera de tocar me dio la impresión de que estaban agotados. Yo, por mi parte, sentía casi enferma solamente mirándolos, porque podía imaginar, de experiencia, exactamente que estaban sintiendo.
Casi nunca he escuchado o mirado un concierto tan atentamente. Creo que interioricé la música completamente. Después del concierto, cuando he bajado a la estación del metro, un tren estaba pasando lentamente. Increíblemente, el ruido del tren sonó casi exactamente como unos de los partes del clarinete bajo. No era mi imaginación; toda mi familia lo oyó. Era una experiencia estética en su mismo, el fin perfecto a una noche de música maravillosa.
Aquí esta el enlace a la página web de Steve Reich (es muy bueno y incluye ejemplos de su música)
http://www.stevereich.com/
y, más divertido, un trailer para el estreno de un nuevo grabación de Música para 18 Músicos, en que se puede ver estudiantes practicando y tocando la pieza.
http://es.youtube.com/watch?v=CHVMVDhC-UA
5 comentarios:
Felicidades Dorothy! Muy interesante; y es por ahora la única experiencia musical que hemos tenido en las presentaciones de clase. Estuvo muy bien explicado; se nota que te dedicas a la música. La verdad es que me interesó mucho porque lo que he escuchado hasta ahora de música minimalista me gusta bastante; aunque prefiero los sonidos de cuerda antes que los de percusión, y fue eso lo que más noté, estando acostumbrada sobre todo al violín, o como mucho al piano. Es un tipo de música muy sencilla y sobria, pero a la vez elegante y con una gran capacidad para transmitir y evocar. Desde luego que te lo pasarías genial en el concierto. Chao.
Ah, por cierto, te recomiendo la banda sonora de la película El Piano; es realmente preciosa para mi gusto dentro de la corriente minimalista. La verdad es que me gusta mucho Michael Nyman. Y creo que también el compositor de la música de Amelie hace cosas semejantes, pero de él no se demasiado. Hasta luego!
Me gusto mucho la exposición de tu trabajo, la corriente minimalista es muy interesante y pocas personas la conocen, me gustó mucho el concierto al que asististe y como el autor mezclaba los distintos instrumentos y el ritmo iba cambiando...me gustó mucho tu exposición porque conforme la música iba tocando, intentaba adivinar el sonido que realizaba cada instrumento jeje Felicidades por tu exposición!
Muy interesante tu experiencia estética, me encanta la música clásica, pero no tenia ni idea de música minimalista, fue fascinante el escuchar varios instrumentos musicales a la vez y ser capaz de distinguir uno del otro. Por cierto este miércoles 12 hay en el salón de actos un concierto donde interpretaran bandas musicales de películas como Piratas del Caribe o Amelie.
Tiene que ser muy difícil coordinar a tantos músicos para que nadie pierda el compás o entre tarde con su instrumento.
Me gustó mucho lo que contaste sobre la búsqueda de sonidos similares producidos de forma natural en la ciudad por coches, tranvías, etc. a la salida del concierto.
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